jueves, 19 de enero de 2017

Pelis de CF: Proyecto Lázaro

Acabo de verla en el cine y no sé por donde empezar... hacia tiempo que no me iba calentito del cine, cosa que, con la temperatura que tenemos estos días, puede ser casi lo único positivo. Veamos: hay películas malas, que saben que lo son, y aún así te hacen pasar un buen rato; luego tienes películas con ambiciones, que fallan el tiro, pero tienen algo salvable. Y finalmente tienes esto una película rematadamente mala con ínfulas de profundidad. Ojo que vienen '¡¡¡¡SPOILERS!!!!

El problema principal es de guión. Da la impresión de que, a la hora de escribir esta película, nadie tenía realmente ninguna historia que contar. Pero una cosa sí tenían clara: iba a ser una película muy, que muy profunda. Hay una voz en off que te deja eso muy claro, por si te queda alguna duda. Y los actores se sueltan mutuamente parrafadas que es lo que lo confirma totalmente.

A ver, de qué va esto... resumiendo (porque en la película misma está todo contado en desorden, con flashbacks) el prota es del presente (o un futuro muy cercano) le diagnostican un cáncer terminal y decide que lo congelen. Unos cien años en el futuro lo descongelan. En teoría es el primer ser humano en ser resucitado con éxito, aunque luego (y cuidado que aquí está el giro tremebundo de la trama) descubrimos que antes que él hubo otros que... buenos, fueron resucitados SIN éxito. Esto le crea al prota un conflicto moral de la repera. Comprensible. Imaginaos vosotros, si os hacen un transplante de corazón y sobrevivis para descubrir más tarde que este novedoso procedimiento médico no funcionó a la primera, sino que hubo unos cuantos pacientes antes que murieron en la mesa de operaciones o en el postoperatorio. Lógico que, como el prota, le espete al doctor (como parte, como no, de una parrafada) "¿Quién es el monstruo? ¿Lo soy yo, o es usted?". Al final, decide que es mejor estar muerto, que es lo que nos pasaría a todos-

Un problema aparte son los diálogos. Cabe suponer que el guionista es un niño burbuja que ha vivido toda la vida sin contacto humano, y que solamente tiene una tele vieja y rota que solo sintoniza el UHF. O también puede que sea un alienígena que nos está estudiando. Por favor, que alguien le proporcione un par de especímenes vivos para que vea como hablan e interactúan. Para muestra un botón, el prota en ningún momento muestra el mínimo interés por cómo es el futuro, qué ha pasado en los últimos cien años, o qué ha sido de sus seres queridos. No sé vosotros pero, traumas aparte, yo en su lugar querría saber, no sé, si ha salido ya el nuevo libro de Juego de Tronos, si alguno de los artistas que sigo sacó discos nuevos, cuantas ligas ganó mi equipo o saber si Trump la lio bien gorda... Como mínimo pediría que me pusieran una tele para ver el telediario y un ordenador con acceso a internet. Pero este personaje (como cualquier otro en esta película) no tiene otra función que decir cosas profundas, no puede perder el tiempo en tonterías así. El único momento en que muestra un apice de humanidad es cuando le dicen que si quiere follar, pone cara de decir "¿Así sin más? ¿Es coña, no?"  y responde que fenga, pos fale.

No me atrevo a criticar las interpretaciones; la verdad eso es un punto ciego mío, ya que si la historia me engancha no me fijo mucho, y tal vez los mismos actores serían capaces de haber hecho un mejor trabajo con un material mejor.

El diseño de producción es muy de anuncio. El presente es de anuncio de Heineken, y el futuro de dentro de cien años debe ser de donde vienen las chicas esas que nos traen detergente de vez en cuando. Más o menos es igual que ahora, pero las chicas tienen el moño geneticamente modificado, muy apretado. En cualquier caso, eso del futuro no interesa. Eso es para películas de ciencia ficción inferiores. Esta es una película profunda. Donde este otro plano largo en el que no pasa nada, otra miradita super significativa, otra simetria en el montaje. Que esto es cine, oigan.